VIII Triatló DO Terres de l’Ebre, primer DNF!

Oriol Palau Ivet Farriols Triatló doble olímpic Terres de l'Ebre 2018

VIII Triatló DO Terres de l’Ebre, primer DNF!


Sin duda, esta no es la crónica que me hubiera gustado escribir, pero dicen que de toda situación nueva se aprende y que de toda experiencia no deseada se pueden extraer conclusiones positivas que servirán para aplicarlas en el futuro. Y es que domingo pasado día 22, en el Triatló Doble Olímpic Terres de l’Ebre (DO TTE), tuve mi primer DNF como triatleta derivado de problemas físicos. Este triatlón se ha convertido en un clásico para mucho, pues es prácticamente el primero del calendario y se concentran muchos de los triatletas catalanes de gran nivel. Las ganas de enfundarme el trimono y de respirar el ambiente de competición hacían que participar por tercera vez consecutiva fuera casi una necesidad.

Tres semanas antes, entrenamos con Ivet por la zona, reconociendo los circuitos e incluso probando el agua del mar a 14º. Desafortunadamente, esto último, fue uno de los motivos por los que sufrí una sinusitis que duró hasta la semana anterior a la prueba en pleno tapering y que me obligó a entrenar un 50% menos del volumen planificado, con las consecuencias que esto comporta: este año, con Ivet, habíamos preparado la planificación para Ironcat, mi objetivo A de la temporada, colocando 4 semanas antes el DO TTE y, a diferencia del pasado año, entrenando intervalos más específicos para media distancia y con un tapering para llegar fresco y poder competir al 100% sacrificando CTLs y entrenamiento específico para Ironcat.

  • Natación: La competición arrancó puntual a las 8 de la mañana, sin imprevistos de última hora. La natación volvía a tener los famosos 3000 metros, más los 200 de ir corriendo con el agua por las rodillas en la playa de La Ràpita. Este año los terminé en  4’30” menos que el pasado año (46’42” el 2018 vs. 51’17” el 2017) encontrándome muy bien en todo momento y especialmente durante la segunda mitad, cuando ya había conseguido calentar. Lamentablemente, se me escapó el grupo de delante, donde iban Ivet y Òscar, y tuve que encabezar un grupo un poco más lento en el que seguramente hice el mismo esfuerzo que si hubiera ido a pies del grupo de delante. Curiosamente, estuve nadando en paralelo con Romain durante toda la segunda vuelta. La T1, larga en cuánto a distancia se refiere y con escaleras de por en medio, me sirvió para probar de quitarme mi nuevo neopreno de manera rápida, pero no conseguí hacerlo mucho mejor que con el anterior.
  • Ciclismo: Salí de la T1 con muchas ganas de subirme a la bici, ya que me notaba descansado, rápido y con la necesidad de probar la E-118 en competición, porque durante los entrenamientos, me costó mucho encontrar la posición cómoda, sobre todo a nivel cervical: la posición es forzadamente radical y yo poco flexible. No obstante, creo que había conseguido acostumbrarme y ¡tenía ganas de empezar a dar vatios! Si conseguía aguantar los 240wNP previstos, podría conseguir un buen tiempo si era capaz de mantener el ritmo. El año pasado ya intenté dar 235w y con más fatiga, no pude mantenerlos en ninguna de las 3 vueltas (234w, 230w y 218w), lo pasé mal. ¡La media distancia es muy exigente! Después de hacer el tramo de enlace a 227w (comer, apretar las zapatillas, etc.), hice la primera vuelta de 30km manteniendo 246wNP y la segunda 240. El primer tercio de la tercera, pude dar 239wNP, ya notando la fatiga lógica después de 1h 45′ con esa intensidad alta. A partir de ese momento, después de pasar por el tramo de 6’ de asfalto destrozado, fue cuando, sin previo aviso y siendo la primera vez que me pasaba, empecé a notar fuertes molestias en los isquiones (los huesos del culo). Durante 10’ vi como poco a poco mi rendimiento bajaba lentamente y era incapaz de seguir dando vatios, hasta el punto que el dolor era tan acusado que en los últimos 35′ solo pude mantener 200wNP. La frustración fue muy grande: me había encontrado muy bien hasta entonces y de repente desde los ísquios de las dos piernas hasta las plantas de los pies tenía un dolor eléctrico que me impedía hacer fuerza en los pedales. A 20kms del final del sector, sabía que correr no sería fácil, pero a medida que el dolor crecía, vi que no podría correr muy rápido, si es que podía correr. Finalmente, acabé la vuelta en 218wNP y perdiendo entre 3 y 5 minutos, aun así, terminé el sector en 2h 25′ 36” lo que supone unos 7′ más rápido que el 2017 (2h32’54”). La T2 fue bastante rápida a pesar del dolor en las piernas y la pelvis, bajé de la bici con la intención de empezar a correr pero…
  • Carrera a pie: Una vez estuve fuera de la T2 y ya en carrera, en poco menos de 2km me di cuenta de que sería imposible terminar la carrera: me paré 4 veces del dolor y cuando pasé por delante de box paré el reloj; el triatlón se había terminado para mí. Ironcat estaba a 4 semanas, prefería no seguir forzando y poder entrenar fuerte el día después, antes que terminar el triatlón arrastrándome y tener que esperar 6 días para poder entrenar de nuevo.

A partir de ese momento, me puse el mono de supporter y me dediqué a animar a todos los amigos, compañeros de club y pupilos; ¡éramos más de 20 deportistas! Por supuesto hice un seguimiento especial a Ivet, ayudándola moralmente y contándole la diferencia de tiempo con la perseguidora a cada vuelta, lo estaba pasando mal y sabía que agradecería esa ayuda. ¡Finalmente terminó ganando!

Las conclusiones son varias:

  • He mejorado la natación respecto el pasado año. La distancia recorrida en 2018 que marca el reloj es la misma que la del 2017, aun así, mirando los tiempos de los triatletas que cada año nadan bien, la diferencia respecto al pasado año es más o menos de 3’, así que podría ser que las boyas este año hubieran estado colocadas más cerca entre sí. Sea como fuere, haber mejorado 1’30’’ en un año, es un muy buen progreso.
  • Sigo teniendo problemas a la hora de quitarme el neopreno. Cortaré un poco las perneras y seguiré practicando depilado, que es cuando el neopreno se pega más en la piel.
  • Ciclismo: Sensaciones agridulces. Muy contento por la mejora en cuanto a la potencia absoluta y sobre todo en la capacidad de mantenerlos, cosa que se tradujo en velocidad media más elevada. La parte mala se la llevó el dolor del nervio ciático. Cambiaré el asiento por un Hilo y volveré a pasar por el biomecánico. Espero que en el Ironcat no aparezca este dolor, si no no podré terminar la prueba.
  • Carrera a pie: No puedo sacar conclusiones en los pocos metros que recorrí.

¡Hasta la siguiente crónica/análisis: la del Ironcat!




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