19 Dic Dolor lumbar rodando en bicicleta. ¿Cómo solucionarlo?
Aparición del dolor lumbar
Sales a rodar con tu bicicleta. Ya llevas una hora y media o dos rodando y empieza a aparecer el dichoso dolor lumbar, justo en la parte baja de la espalda. Te levantas del sillín, pedaleas unos metros y se te pasa un poco. Luego piensas: “me hago mayor”, “ya se me pasará”, “ya me acostumbraré”. Vuelves a sentarte, pero en un rato vuelve a aparecer. Te vuelves a levantar. Y así, hasta llegar a casa que llegas literalmente “doblado“.
Muchos ciclistas de cualquier disciplina y nivel deportivo se encuentran con esta situación. Este estudio del 2010 indica que hasta un 60% de los ciclistas padecen o han padecido dolor lumbar, y con nuestra experiencia, corroboramos dicha tesis, ya que muchos de los ciclistas que se acercan al estudio, nos indican que padecen de este dolor.
Soluciones
Tal y como indicamos en el post de los genitales dormidos, la pelvis es la base de un estudio. Con esta parte del cuerpo del ciclista situada correctamente en el sillín, el resto irá acorde. En el caso del dolor de lumbares (o lumbalgia) no es diferente. Durante nuestro estudio biomecánico 3D, después de situar la pelvis, configuraremos los componentes de la bicicleta para evitar este dolor. Concretamente, la posición del manillar puede ayudarnos a terminar de solucionar este problema adaptándolo a cada ciclista, en función de su flexibilidad y su alineación de la columna.
Hay que tener en cuenta que un manillar alto no significa siempre una postura cómoda. Con poner una potencia corta y en posición positiva y meter separadores en el tubo de dirección para elevar el manillar, probablemente lo que consigamos es que al ciclista le duelan los isquiones y las partes blandas que contactan el sillín. Además, mover los pesos excesivamente hacia atrás consigue una presión superior en la espalda, provocando más dolor lumbar (aquí tienes más información sobre la longitud de la potencia).
También, un manillar bajo puede que en un inicio nos ayude aerodinámicamente a ser más eficientes, pero también nos puede llevar a padecer otros dolores, como el de cervicales, o el de tener las manos adormecidas, entre otros. Un manillar bajo balanceará el peso hacia delante llevando nuestros problemas a zonas más avanzadas del cuerpo y su vez, hará la postura insostenible.
Así pues, en la colocación del manillar, tendremos que equilibrar la comodidad, la aerodinámica y la sostenibilidad de la postura. También lo adaptaremos a las características físicas del ciclista teniendo en cuenta los motivos por los que este nos ha visitado.
Reserva ahora tu estudio biomecánico 3D y, ¡olvídate de lo que te incomoda!